Sánchez Azuara, enamorada de su profesión

Rocio Sánchez Azuara se define como una mujer enamorada del trabajo, no le gusta que digan que es adicta al trabajo; sin embargo, confiesa que dedica sólo unas horas al ejercicio, su otra pasión, y el resto del día a preparar su programa "Cosas de la vida". Acaba de cumplir un año este programa que trata sobre problemas que la gente vive y donde ella trata de resolverlos, y la conductora aseguró  que primero está su trabajo, luego sus hijos y por último su esposo, al que dejó en Miami. Sus hijos se quedaron estudiando, y a su esposo no le tiene desconfianza, ni ella se siente "tentada" a portarse mal, pues considera que su relación es un matrimonio moderno, maduro, aunque si él llegara a "inquietarse", "pues lo hablamos y le desearía la mejor de las suertes". "Somos un matrimonio moderno, y ambos hemos aprovechado las oportunidades que la vida nos ofrece, él tiene un buen trabajo allá y yo tengo uno que llena todas mis expectativas, así ambos lo aceptamos", dijo la conductora aclarando que procuran verse por lo menos cada 15 días. Piensa que todos los seres humanos pasan por esas "Cosas de la vida" como a ella le sucedió cuando hace un mes uno de sus hijos de visita en México, sufrió un "secuestro express" y aunque no pasó, afortunadamente, de que le quitaran un vehículo y algunos centavos, el susto nadie se lo quita. Sin embargo, no teme a que la secuestren, pues asegura que no tiene nada de valor en México, pues vive ahora en casa alquilada, su auto es rentado y aunque esté mal quejarse de TV Azteca, gana bien, "pero no es uno de los mejores sueldos, a lo mejor me meto de teibolera como han dicho algunos periódicos". A ella le han dicho que fue teibolera, travesti, y ella simplemente lo toma como viene, al igual que si el rumor de que los casos son falsos y que cada persona que llega a exponer su caso le pagan por actuar quitándole credibilidad a su exitoso año del programa. Afirma que sí les pagan, pero por el tiempo que pasan en TV Azteca, donde además comen, se les arregla, se les baña, "para que estén presentables, pues algunos vienen...", pero jamás se compran los casos, "muchas veces ni siquiera conozco a los panelistas, hasta que me los presentan". "Las críticas las tomo de manera constructiva, siempre he dado de qué hablar; además, yo no le tengo miedo a nada, sólo a perder mi trabajo", nos dijo la conductora, quien señala que no es agresiva con el público "sólo tengo que imponerme y darme a respetar". ¿Un libro autobiográfico?, no es algo que por el momento le interese, pues respeta a quienes lo hacen y ella no lo haría aunque sabe que en Estados Unidos, los que lo hacen tiene ciertas prerrogativas en los impuestos, y en su caso si algún día se animara, o llevara su caso a "Cosas de la vida", dice que "sería terrorífico".