lunes, 14 de mayo de 2012

AMLO y empresarios: reforma y contrarreforma


El escenario político actual explica que diversos grupos sociales pretenden imponer sus intereses. A largo plazo, empezando por el que arranca en 2012 hasta 2018. Los empresarios entre los que, tesonero destaca Gutiérrez Candiani, insisten en una intención primordial: que AMLO firme el con ellos el compromiso de las reformas a realizar en la sociedad.
Es válido que los empresarios defiendan e intenten mejorar su posición e intereses Pero no deben omitir un aspecto: ellos, los empresarios son una parte de la sociedad mexicana. Como tal, los campesinos, indígenas, trabajadores, migrantes, etc., tienen intereses. Que ciertamente han sido colocados siempre al final de la cola de los reclamos sociales. Recordemos simplemente que a los trabajadores, asalariados, indígenas, subempleados, etc., invariablemente, por decenios se les ha solicitado e impuesto el sacrificio de sus demandas “por el bien de México”.
Las consecuencias de ese rezago histórico de los ingresos de esos grupos ha significado que México destaque en el mundo por la pésima distribución del ingreso, por la concentración de la riqueza en pocas manos, por el peor número de empleos bien remunerados, por la sangría demográfica que entrega mano de obra barata a EUA y en fin, por la mayor injusticia social en muchos lugares del mundo.
¿Qué tipo de reformas demandan los empresarios? ¿A qué llaman “reformas estructurales” sin que se atrevan a aclarar que significa? ¿Por qué no las definen con claridad para que todo el pueblo sepa cuál es su intención y que significa para la sociedad toda? Veamos.
Los empresarios y dueños de los grandes capitales de México, ambicionan establecer un país con estas características:
1.-Trabajadores con horarios pagados por hora. Sin prestaciones. Sin derecho a jubilación o pensión. Sin días de descanso pagados. Sin sindicatos. Contratados mediante el régimen del “outsorcing” que es una subcontratación con intermediarios, auténticos “enganchadores”, que los libera de cualquier problema. Bajo ese sistema el accidente de un trabajador en horas laborables, no significa ningún gasto para el empresario. Estas, parte de las intenciones empresariales, llevaría a los trabajadores a un nivel cercano al de los siervos o esclavos. Por otra parte, empresas como Grupo México las aplica y vemos que los mineros padecen la peor de las situaciones laborales de la historia del país. Nada lejana de la que hizo estallar la Revolución Mexicana.
2.-Una economía sin monopolios. Los empresarios repudian solo a los monopolios de propiedad de la Nación, no del gobierno federal: PEMEX y CFE, principalmente. Pero no rechazan que PEMEX les entregue energéticos subsidiados. Los empresarios no rechazan el oligopolio de Televisa y TvAzteca. Sin mencionar que todos los canales de televisión y el Banco Azteca, son CONCESIONES que el gobierno federal, representante del Estado Mexicano, autoriza, pero que también puede retirar a los empresarios. No mencionan los oligopolios de diversos alimentos como huevo, leche, carnes, etc., que significan enormes ingresos y fortunas para empresarios privados. Los empresarios están como aves de azor atentos para lograr otras CONCESIONES: cárceles privadas, aprovechamiento de la basura, agua potable a las ciudades, servicios policiales y un larguísimo etcétera. Para los empresarios, conseguirlos NO SERIA CREAR MONOPOLIOS u OLIGOPOLIOS.
3.-Una economía sin impuestos para los empresarios. Casi lo han conseguido desde tiempos de Echeverría y con mayor “bondad” de Salinas de Gortari. Pero todavía más consentidos los empresarios por el panismo. El mayor escándalo la venta de BANAMEX, pero día a día, son beneficiarios en un país empobrecido entre otras cosas por que los económicamente poderosos de México, no pagan impuestos.
4.-Una economía sin corrupción. Denuncian la corrupción de burócratas. Cierto, es real. Pero no denuncian a los empresarios que participan activamente en esa corrupción. La corrupción exige el que corrompe, pero también al que se suma a la corrupción.
En otras palabras los empresarios no quieren reparar que la concentración de la riqueza en México es la peor amenaza incluso para sus intereses, pero en primer lugar para la estabilidad y el futuro de la sociedad mexicana. Los empresarios actuales proceden como Luis XIV “después de mí, el diluvio”. Pero el diluvio también puede arrastrar sus fortunas. (¿Entenderán el regreso del pálido socialismo francés, arrollando al neoliberal Sarkozy?)
AMLO en tanto, derivado de su experiencia, sus recorridos por México y de tomar el pulso a la sociedad, propone un “Nuevo Proyecto de Nación” que estoy convencido la mayoría de los empresarios no se han preocupado por leer. Excepto casos como Romo y Turner, empresarios regiomontanos que entienden que la actual situación necesita un cambio auténtico. Un cambio que anticipe y evite la violencia social. Un cambio gradual, que permita ajustar la participación y los beneficios de los sectores sociales de México. No es un cambio revolucionario. Éste sería el que atacara la propiedad privada. “El Nuevo Proyecto de Nación” procura los ajustes, las reformas, el “tanque de oxígeno” que reclama una sociedad ahogada por la concentración de la riqueza y el ingreso; asediada por el desempleo y el subempleo; bloqueada por millones de jóvenes que cuando logran estudiar topan con el desempleo, la emigración o las actividades ilícitas; una sociedad en que prevalecen los intereses de las empresas extranjeras sobre el pueblo e incluso sobre los empresarios nacionales; una sociedad en que la violencia y su hermano siamés, la impunidad, provocan el abandono de grandes zonas del país y el ejemplo perverso de personas que lucen riquezas inexplicablemente.
Por esa razón, los empresarios deben entender que sus propuestas son contrarreformas que agudizan un estado injusto, escenarios contrarios a la mayoría de la sociedad. Los empresarios mexicanos, si como dicen les interesa el futuro nacional y no solo de sus empresas, deben leer las propuestas de AMLO y de miles de mexicanos que las avalamos, entender que no existe solo su visión del futuro de México.
Millones de mexicanos aspiramos a otro México, distinto al actual, que brinde oportunidades a todos. Esa convicción explica que recordemos a los Beatles. La necesidad del cambio auténtico, está en el viento. Ahí está la respuesta.

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