Hay cosas que Hugo prefiere olvidar. Como aquella temporada larga con el Atlante (1994-95), en la que el mandón en el banquillo era Ricardo La Volpe. Cuando se le pregunta qué aprendió de sus entrenadores, el ahora técnico del Pachuca suelta inmediatamente apellidos y recuerdos de mentores como Aragonés, Bora, Toshack, Beenhakker y Mejía Barón. De otros, argumenta, “aprendí cosas que jamás haría como técnico ni les diría a mis jugadores”.
A unas horas de que comience la Liga MX, los nombres de Hugo Sánchez y el argentino Ricardo La Volpe saltan por encima, incluso, de sus propios equipos. El choque entre estos antagonistas es impostergable y ambos entienden que las cámaras no los descuidarán el próximo domingo, cuando Pachuca visite a los Potros.
Hugo, entrevistado en el hotel donde el Pachuca le alquiló el penthouse, prefiere charlar del poco conocimiento que tienen en España del futbol mexicano, de la llegada de Isabel y las gemelas, la posible ausencia de Nery Castillo para el primer encuentro, la obsesión perdida por dirigir al Real Madrid, los cangrejos y las amígdalas, del Hugo rudo que aprendieron a respetar defensas y porteros y el gusto por seguirle pegando al balón en los entrenamientos. ¿Si saludará de mano al técnico rival en turno?, eso, dijo que como el voto, es secreto.
¿Qué fue de Hugo Sánchez desde que abandonó al Almería?
Fueron dos años que se me hicieron largos. Trabajando de comentarista en Telemadrid me ayudó para darme cuenta de cosas más allá del banquillo. La visión no es la misma.
¿Como comentarista de Telemadrid, qué escuchabas en España sobre el futbol mexicano?
Lamentablemente, en España no existe el futbol mexicano, lo que existe es el Chicharito, Carlos Vela, Héctor Moreno, Giovani. De acá no conocen ni a los equipos. Me da tristeza porque en México nos chutamos todos los partidos de España, Inglaterra, Italia, Brasil, Argentina y no nos preocupamos de que el futbol mexicano se escuche y se vea por allá. Si queremos industrializar al futbolista mexicano debemos publicitar la Liga y eso se debe hacer transmitiendo el futbol mexicano en otros países, aunque sea gratis.
¿Ahora en España, por Hugo, saben que existe el Pachuca?
Y por Raúl Tamudo, Nery Castillo y Paulo da Silva. Si jugadores como éstos vienen a México hará que crezca la liga. Además, en nuestra país pagan bien y eso comienza a llamar la atención en Europa.
¿Hugo cobrará bien en Pachuca?
Siempre que firmo un contrato estoy contento con lo que me pagan, pero siempre voy a querer más. Claro que me hubiera gustado ganar más dinero, pero hay que poner los pies en el suelo. La crisis en el mundo está afectando a muchísima gente. Además, hay otros valores más importantes.
¿Qué dejaste en Madrid?
Si me preguntas por mis propiedades, eso no te lo voy a decir. Estoy contento por lo que soy y lo que he ganado. Lo que tengo es lo que merecí.
Con tu llegada se ha vuelto a mirar al Pachuca.
Cuando estás acostumbrado a llamar la atención, es porque has conseguido cosas importantes. Es algo que ya es parte de mi vida. Octavio Rivas, mi sicólogo de toda la vida, dice que llega un momento en que las costumbres se vuelven en hábitos. Hasta mis hijas están acostumbradas a que en todas partes nos detengan para la foto o el autógrafo.
¿Cómo imaginas tu primer partido en la Liga MX?
Mi mayor preocupación es que el equipo esté preparado, que los jugadores se sientan bien entrenados. Quiero decirte que me hubiera gustado tener un mes más de entrenamiento, porque para hacer un juego de conjunto hace falta tiempo. Hay que tener paciencia, esto es un proyecto de dos a tres años.
Para la primera jornada, ¿ya tienes tu cuadro titular?
Lo tengo prácticamente delineado, pero hay varios que tienen algunas molestias, por ejemplo Nery Castillo. No había tenido ritmo competitivo como Tamudo y Paulo.
En la Liga y Copa todos van a querer vencer al Pachuca de Hugo.
En la competición todos debemos prepararnos para vencer al mejor equipo de la historia del rival. Si vamos contra Pumas yo mentalizo a mis jugadores para jugar contra el mejor equipo de la historia de Pumas, y así con todos los rivales. Además, yo ya no juego, solamente alimento a mis jugadores de un espíritu en el cual a ellos les puede servir de orientación. Claro que me da envidia ya no estar en el terreno de juego.
¿Sigues poniendo el ejemplo en los entrenamientos?
Me sigo divirtiendo, pero ya con limitaciones. Ya no acepto partidos de exhibición aquí en México o con el Real Madrid para jugar con los veteranos. Si quieren que asista será como entrenador. El último partido que jugué fue en mi homenaje con el Real Madrid (mayo del 97) y deseo que esa imagen se quede para siempre.
¿Estar en Pachuca no te aleja del Real Madrid?
No es una obsesión, sino una ilusión. Yo no conozco a un entrenador que no le gustaría dirigir a ese equipo. Otros tenemos ventaja porque fuimos jugadores y nos ganamos el derecho a estar en lista de espera, pero si no llega mi oportunidad en el banquillo merengue es porque Dios no lo quiso.
¿El Hugo Sánchez de aquellos títulos, piruetas y pichichis tendría oportunidad de jugar en el actual Real Madrid de José Mourinho?
Disfruté tan intensamente mi época que no la cambio por ninguna otra. Ahora Cristiano es el goleador y le deseo no sólo cinco pichichis sino seis, lo mismo en títulos. Y así lo desearé para los delanteros que lleguen a ese equipo, pues son marcas difíciles de conseguir.
Seguirás siendo referente merengue.
Ahí viví mis mejores años y me da orgullo que a donde vaya me sigan reconociendo como el centro delantero del Real Madrid.
Hablando del futbol mexicano, ¿crees que viene un cambio con la Liga MX?
Prefiero ser optimista y ojalá vengan cosas buenas. Se habla de códigos y fair play, y es bueno inculcar valores.
Y de fair play, recuerdo que el Hugo del Real Madrid se convirtió en un goleador rudo. Defensas y porteros se quejaban de que eras sucio.
Dijo nuestro historiador mexicano: “respétame que yo te respetaré”. Ahora hay tantas cámaras de TV que no pasarás inadvertido y de esa manera se podrá denunciar y señalar a los jugadores violentos que quieren destruir todas las jugadas y quieren evitar goles. Como yo siempre he sido un constructor de goles tenía una cantidad de destructores que buscaban la manera de limitarme. Entonces tuve que aprender a defenderme. Desde que nací aprendí a hacerlo. No conozco a una persona que te diga “gracias por pisarme” o “gracias por escupirme”.
¿Sí existió ese Hugo en la cancha?
He sido respetuoso, pero cuando me tocan las cosquillas, reacciono (sic).
Una pregunta en la imaginaria. ¿Te hubiera gustado tener de técnico a Hugo Sánchez o dirigir a Hugo, el goleador?
No. Me hubiera consentido demasiado.
Pero hubieras disfrutado tus goles.
A lo mejor no hubiera destacado tanto.
¿De los técnicos que tuviste, de quién aprendiste?
El que más me ha llegado es Luis Aragonés. También Toshack, Bora Milutinovic. Cruyff, aunque no fue mi técnico. Clemente, Camacho, Beenhakker, Mejía Barón. Unos me han dado más que otros, pero me han dejado un porcentaje más de cosas positivas que negativas.
Jugaste en el Atlante del torneo 1994-95 y en ese tiempo le ganaste al América de Leo Beenhakker (4-1) con dos goles tuyos. ¿En aquel juego charlaste con Leo?
Los partidos que he jugado y han trascendido es porque el destino está marcado. He tenido tantos partidos que han significado de cierta rivalidad, de ciertas enemistades y polémicas, pero al final todo se acomoda. El destino nos pone a cada quien en su lugar.
Hablas de duelos y enemistades. Desde que llegaste a Pachuca te preguntan sobre el primer partido (léase Ricardo La Volpe).
Estoy pensando en mi casa que no me la han entregado, pensando en que llegara mi familia de España. Sólo me ocupo de lo que me interesa y lo que me gusta. De lo que no me interesa, no me gusta perder el tiempo.
La afición no piensa en Atlante contra Pachuca, sino en el duelo entre La Volpe y Hugo.
Me preocupo más de mis jugadores y jugar en mi casa, de cosas que me dan ilusión. Las cosas que me afectan he aprendido a dejarlas a un lado.
Hablabas de cangrejos y amígdalas.
Que yo sepa, nunca van a desaparecer.
¿Los cangrejos o las amígdalas?
Las dos cosas. Pero de que ya no las voy a decir, ya no las voy a decir, porque cada quién las utiliza a su manera. Las seguiré utilizando de manera muy privada. Públicamente ya no diré cosas que se puedan prestar a malos entendidos. Sólo quiero hablar de cosas positivas. Como mexicano me gusta hacer reaccionar a los mexicanos, tenemos que reaccionar y ser más impulsivos. Somos demasiado pasivos.
¿El Hugo que aventaba el saco, que levantaba la voz?
Pues lo seguiré haciendo en mi casa y cuando esté en la calle. Porque soy yo. Nunca se puede limitar a nadie cuando es auténtico, porque dejaría de ser Hugo Sánchez.
Durante el tiempo que estuviste jugando en el Atlante, ¿cómo fue la relación con el técnico ?(léase La Volpe)
No me gusta hablar de temas que no me alimentan. He aprendido de muchos técnicos cosas que me gustaría utilizar como entrenador, pero también he aprendido cosas que jamás haría como estratega. También tengo que reconocer que he aprendido cosas de técnicos que jamás las utilizaría, ni las haría, ni las diría hacia mis jugadores.